Un proyecto es la “Idea de una cosa que se piensa hacer y para la cual se establece un modo determinado y un conjunto de medios necesarios”. En este sentido, cada vez que queremos hacer algo estamos emprendiendo.
Todo cuanto deseemos hacer en nuestra vida requiere de la elaboración de ciertas estrategias o ciertos pasos que debemos dar. Es decir que siempre debemos pasar a la acción, con la intención no alcanza.
Ese conjunto de medios necesarios para poner en marcha lo que queremos hacer está compuesto por nuestros recursos, tanto internos (habilidades, estrategia mentales, emociones, etc.) como externos (todo lo material que se requiera, según el caso).
Hasta hace un tiempo podíamos planificar a cinco años como largo plazo, hoy en dos años todo cambia. Por lo tanto, los medios nos apabullan a cada instante. Entre esos medios debemos considerar en primera medida la tecnología: hasta el proyecto de formar pareja estable se gestiona por las apps. Y las redes sociales, tan revolucionarias en algún momento, en este presente parecen legendarias.
Entonces cada proyecto, desde lo más cotidiano como elaborar un plan de alimentación saludable hasta conseguir pareja o montar un negocio, debe idearse en términos digitales.
La tecnología nos facilita la vida, nos da atajos, nos abre puertas y hasta es nuestra aliada para ciertos problemas que debemos resolver en nuestra vida. Por consiguiente, cuando quieras emprender la primera pregunta es: ¿Cuál es la tecnología que debo usar para lograr el éxito?.
Ser digital o no ser en el mundo, esa es hoy la cuestión.