Hasta hace un tiempo no muy lejano la mujer solo podía
dedicarse a ciertas profesiones u oficios: docencia, cosmética, corte y
confección, cocina, etc. Actualmente, se desarrolla en áreas ejecutivas,
informática, cargos políticos de relevancia, entre otras áreas que se consideraban exclusivamente
masculinas.
En el ámbito profesional, a la mujer se le hace bastante
complejo crear su territorio, aunque hace unos años atrás resultaba prácticamente
imposible poder destacarse en rubros que no se considerasen de incumbencia
femenina. Pero, las mujeres dejamos de estar detrás del hombre para ir a su
lado.
La Misión de una mujer que emprende debe contemplar también
la atención del hogar, la combinación de las actividades con la maternidad. A
lo cual se suma la asistencia a las reuniones en el colegio de los hijos, estar
con los niños cuando se enferman, etc.
“Hay cosas de hombres y hay cosas de mujeres” dice una conocida
frase. Sin embargo, nos vamos alejando de las diferenciaciones
también en materia de consumo: artículos unisex, incluidos los perfumes y
algunas prendas de vestir.
En lo que a esquemas culturales se refiere, algunos
estereotipos siguen vigentes, por
ejemplo la celebración del día de la madre se considera el “día de la familia”
y el día del padre es el “día del jefe”. En cuanto al “Día Internacional de la
Mujer” muchas veces hemos escuchado cuestionamientos por no ser tan popular el “Día
Internacional del Hombre”, cuya fecha es algo confusa para muchos. ¿Es una cuestión de género o es una cuestión de
roles?...
Nos falta transitar camino aún como sociedad para dejar de
marcar la diferencia. Pero en un contexto socio-económico cambiante, con un
mercado avasallante y competitivo, mujeres y hombres nos asemejamos cada vez más.