Los emprendedores, en general ponen resistencia a la actividad de marketing y ventas, buscando en quien delegar. Sin embardo, al principio del emprendimiento es conveniente ocuparse uno mismo de ofrecer el producto o servicio.
La resistencia proviene, en muchos casos, de considerar que tanto el marketing como las ventas, son actividades invasivas. Un buen producto o servicio que es bien comunicado, se transforma invariablemente en excelente. La diferencia la marca la comunicación asertiva con los segmentos del mercado adecuados, utilizando la tecnología disponible para ello.
En la actualidad, realizar marketing es más simple de lo que parece, ya que disponemos de una serie de herramientas que facilitan la tarea de promoción. Ya no se realiza el marketing intrusivo, que podría fastidiar al potencial cliente.
El marketing “de contenido y de permiso” está instalado entre nosotros para quedarse, ya que es respetuoso, está personalizado y se dirige solo a segmentos del mercado con clientes interesados en lo que se ofrece. Por supuesto, el mensaje debe estar enfocado en los potenciales consumidores, ya que no todo el mundo será un cliente. Ni siquiera las más grandes y famosas marcas internacionales tienen cautivo al 100% del mercado.
Un buen marketing implica dar a conocer el proyecto, crear alianzas, promover la marca, difundir los beneficios, alcanzar un buen posicionamiento, establecer relaciones con la comunidad de consumo.
A partir de ahora, crea un grupo de referencia y no vendas. Simplemente ofrece soluciones, muestra los beneficios de tu producto o servicio y ya no tendrás resistencias.